Por Arturo Yépez, CEO de 2bLatam

Hace poco vi Emilia Pérez, la película aclamada en festivales y ganadora de varios Globos de Oro prometía ser una obra transgresora y revolucionaria, pero lo único que me provocó fue indignación. Indignación porque, detrás de su narrativa llamativa y su estilo formalmente rompedor, se esconde una representación superficial y condescendiente de la cultura mexicana. Una historia que no investiga ni comprende los temas que aborda y que explota estereotipos para complacer a una audiencia extranjera fascinada por lo exótico. Ver esta película me recordó la conversación que muy a menudo tengo con Jorge Ulloa, creador de Enchufe.tv, sobre la importancia de la identidad y la autenticidad en el contenido.

Lecciones desde Enchufe.tv

Cuando los creadores de Enchufe.tv comenzaron, recibieron innumerables sugerencias para neutralizar su contenido. Se les aconsejó evitar localismos, no mencionar a Ecuador y usar un lenguaje más genérico para alcanzar audiencias internacionales. Pero decidieron no escuchar esas voces. En lugar de eso, optaron por construir un contenido que reflejara su identidad: desde el humor local hasta las referencias culturales, todo nació de su experiencia y vivencias como ecuatorianos y latinoamericanos.

Esa decisión de apostar por lo auténtico convirtió a Enchufe.tv en un fenómeno regional. Su capacidad para conectar con audiencias en México, Argentina, Colombia y más allá demuestra que lo local no limita, sino que amplifica. Una broma sobre una madre ecuatoriana puede resonar tanto en Buenos Aires como en Ciudad de México porque las emociones que genera son universales.

En el mundo actual, donde las audiencias juzgan el contenido en tiempo real, el éxito radica en lo genuino. Likes, comentarios, y métricas de vistas reflejan una verdad ineludible: las personas no se dejan convencer por lo superficial ni por lo exótico, sino por aquello que conecta con lo humano. Los creadores de Enchufe.tv entendieron esto desde el principio, y esa autenticidad les ha permitido mantener su relevancia y trascendencia, acumulando más de 69 millones de seguidores en redes sociales y convirtiéndose en una de las marcas de entretenimiento más importantes de la región.

Por supuesto, alguien podría decir: “¿Cómo te atreves a comparar un canal de YouTube con una película galardonada en Cannes y los Globos de Oro?”. Pero la realidad es que Enchufe.tv representa un ejemplo claro de cómo la autenticidad, la identidad y el respeto por lo local son capaces de conectar con audiencias de una forma que incluso las producciones más premiadas no logran.

El precio de ignorar la autenticidad: Emilia Pérez

Y ahí es donde Emilia Pérez falla. Aunque en lo formal rompe esquemas y presenta una narrativa visualmente atractiva, su historia está anclada en estereotipos que el director Jacques Audiard, de origen francés, conoce superficialmente, sin un mínimo esfuerzo por investigar o entender la cultura que retrata. La película narra la historia de un narcotraficante mexicano que transiciona de género para escapar de su pasado criminal, una premisa que, mal ejecutada, perpetúa clichés dañinos y explota temas sensibles de forma irresponsable.

A esto se suma un casting desconectado: actores principales que no comprenden del todo la cultura que representan, como Selena Gomez, quien ha sido criticada por su español forzado y alejado de la realidad mexicana. En lugar de tender puentes hacia una conexión real con las audiencias a las que pretende representar, Emilia Pérez se queda en una versión folclórica y condescendiente que satisface más a un público extranjero que sigue viendo a Latinoamérica con una lente de exotismo.

El contraste: The Substance y Cien años de soledad

En contraste, The Substance y Cien años de soledad destacan por su autenticidad y respeto hacia los temas que abordan.

The Substance, dirigida por Coralie Fargeat, es una crítica brutal a la obsesión contemporánea por la apariencia física. La película utiliza elementos de horror corporal para explorar las presiones sociales que enfrentan las mujeres en la industria de la belleza y más allá. Lo que la hace destacable es su enfoque profundamente personal y honesto, que no solo expone estas problemáticas, sino que invita al espectador a reflexionar desde una perspectiva emocional y real.

Por otro lado, Cien años de soledad es un ejemplo de cómo el respeto y la investigación pueden elevar una obra. Mi amiga Bárbara Enríquez, diseñadora de producción de la serie, me ha contado sobre los años de trabajo que dedicaron a imaginar cómo debía verse Macondo. Bárbara, argentina-mexicana, se empapó de la historia y la cultura colombiana para dar vida al universo de Gabriel García Márquez, asegurándose de que cada elemento visual —desde los vestuarios y los peinados hasta los materiales y los bigotes— reflejara no solo la obra original, sino también la realidad histórica y cultural de la época. En este caso, la investigación cura lo que la procedencia no puede ofrecer de manera natural, y el resultado es un homenaje profundamente respetuoso tanto a la obra como al contexto colombiano.

Conclusión: las historias que permanecen

La autenticidad no es solo un valor ético, es una estrategia esencial para crear contenido que conecte y trascienda. Ya sea en un canal de YouTube como Enchufe.tv, en películas como The Substance o en adaptaciones como Cien años de soledad, las historias que perduran son aquellas que hablan desde la identidad y el respeto.

Emilia Pérez probablemente será olvidada pronto. Su enfoque superficial y su falta de conexión genuina con los temas que aborda la condenan a ser una moda pasajera. En cambio, las historias que parten de una visión auténtica y un respeto profundo hacia las culturas y temas que representan son las que dejan una huella duradera. Como productor, tengo la responsabilidad de asegurar que el contenido que ayudamos a crear sea respetuoso, auténtico y significativo. Porque contar historias no es solo un acto creativo; es una forma de honrar a las personas y culturas que representamos.